La teoría del liderazgo situacional, elaborada por Paul Hersey y Ken Blanchard, sigue siendo valorada por los expertos como la más completa de cuantas hay sobre el liderazgo hasta el momento.
Se basa en entender que, al igual que las personas tienen diferentes niveles de madurez para la tarea y el puesto que ocupan, los estilos de liderazgo que se emplean, deben adaptarse de forma diferenciada a dichos niveles.
Así, los autores sostienen que a una persona con un nivel de madurez que denominan M1 (alguien que no tiene seguridad ni conocimientos suficientes), hay que aplicarle un estilo de liderazgo que denominan E1 (dirigir mediante órdenes concretas y precisas, que le ayuden a afianzarse en el puesto).
En el siguiente cuadro podrá encontrar dos ejes: Tarea y Relación.
Como habrá podido comprobar, el nivel de madurez M1 (abajo a la derecha), se corresponde con el estilo de liderazgo E1, en el que el líder ha de prestar mucha atención a la tarea que el colaborador tiene que llevar a cabo. Por eso el estilo se denomina Dirigir u Ordenar. Lo podríamos resumir con la frase: “Yo decido”.
En la medida en que el colaborador va teniendo más confianza en lo que hace y avanza al nivel M2, el modelo propone un estilo E2, Persuadir, donde tiene que seguir prestando mucha atención a la tarea, pero también a la relación. Equivaldría a la actitud “Lo vemos, yo decido”.
El nivel de madurez M3 se corresponde con el estilo E3, Participar, en el que el líder presta menos atención a la tarea para centrarse en la relación. De ahí que podamos identificarlo con: “Lo vemos, tú decides”.
Y por último, el estadio de madurez M4 se correlaciona con el estilo de liderazgo E4. Es el estilo Delegar, que podría expresarse como la actitud “Tú decides”.
La flexibilidad de este modelo permite modificar los estilos que emplea el líder, en función del momento en el que se encuentra el colaborador.
Es evidente, y pone de manifiesto la bondad del modelo, que si a una persona con un nivel de madurez M4, se le dirigen o indican órdenes sobre qué hacer y cómo, se obtendrá el efecto contrario al que se persigue.
En el otro extremo, cuando a una persona que no tiene los conocimientos necesarios y, por lo tanto, se encuentra en el nivel de madurez más bajo, M1, el líder le aplica un estilo de Delegación E4, se podrán generar angustias y miedos innecesarios.
Descargue este otro documento, en donde podrá encontrar una tabla explicativa con más detalle.
Fuente: Blanchard, K., Hersey, P. Liderazgo Situacional